Tuvo lugar el segundo taller dirigido a directores de la empresa CRESUD, a cargo del programa de Intervención a Hombres (PrIHo).

A través de una acción coordinada por la Subsecretaría de Igualdad de Oportunidades dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos, se dictó en Las Lajitas el segundo taller para directivos de la firma CRESUD sobre Derechos Humanos y Género centrados en Masculinidades.

La actividad estuvo a cargo del Programa de Intervención Para Hombres (PrIHo), y tuvo como objetivo plantear la problematización de la masculinidad hegemónica dominante socialmente aceptada, buscando sensibilizar y abrir horizontes hacia otras formas de ser varón. Dictaron el taller, el sociólogo Agustín Pérez Marchetta y el psicólogo social Ricardo Rojas.

La empresa planteó la importancia de prevenir todo tipo de violencias, con lo cual sumar herramientas con perspectiva de género y diversidad es clave para el bienestar de su población. “Analizamos la situación del varón por ejemplo en relación a las altas tasas de suicidios y accidentes de transporte que tienen los hombres en la región. Evaluamos también el sentido del machismo y el patriarcado reinante visibilizado en la forma más extrema de violencia como son los femicidios", indicó en la oportunidad el coordinador del programa, Agustín Perez Marchetta.

Desde la Subsecretaría de Igualdad de Oportunidades destacaron que estos talleres buscan pensar las formas establecidas de ser varón, dar un espacio para la reflexión y poder pensarnos más allá de los mandatos sociales establecidos, apuntando a mejorar la calidad de vida de los varones así como de las personas con las que se relacionan. Para solicitar este tipo de propuestas de formación se puede contactar a la institución por mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o acercarse al Polo Integral de las Mujeres (Siria 611, 1° piso) de lunes a viernes de 8 a 14.

El contenido

Durante la jornada, a través de dinámicas grupales participativas, se abordaron las formas dominantes de ser varón durante el proceso de socialización: de niños no se pueda optar por ciertos colores (el rosa), así como los juegos tienden a primar la fuerza, competencia y rudeza en varones, dejando poco o nulo espacio para la ternura y sensibilidad.

Continuando en la adolescencia no se les pide ayudar con las tareas del hogar, se les otorga dinero, movilidad para salir y hay un menor control por parte de los padres de las actividades de los hijos varones. Ya en la adultez se impone el mandato de proveedor, teniendo que trabajar todo el día. Varios varones reconocieron también la falta de compromiso y hacerse cargo de las tareas domésticas cotidianas.