La propuesta busca empoderar a asociaciones y grupos de mujeres que trabajan con temáticas de género.  

El Ministerio de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, en articulación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), inició el ciclo de talleres de huertas orgánicas con el primer grupo de mujeres víctimas de violencia de género en las instalaciones del INTA en la localidad de Cerrillos.

La capacitación estuvo a cargo de Leonardo Fernández, técnico especializado del INTA, quien explicó la importancia de consumir productos frescos, sanos y de producción orgánica.

Al iniciar el taller se otorgó a cada beneficiara material teórico (cartillas y folletería), además de  kits de semillas de acelga, achicoria, arveja, cebolla, espinaca, caléndula, haba, lechuga, perejil, puerro, rabanito, entre otras.

En la capacitación se abordaron los siguientes temas: la huerta familiar como aporte a la calidad de vida, planificación y estrategias de la huerta, la producción de la tierra y sus procesos,  el uso del espacio y el tiempo.

Natalia Fuentes, coordinadora de la Secretaría de Derechos Humanos, indicó  la importancia que tienen las huertas familiares en el abordaje integral de esta problemática. “Las mujeres que sufren largos procesos de violencia viven un gran nivel de dependencia económica, a tal punto que la mayoría no se aleja del agresor por el nivel de desprotección económica que deben soportar ellas y sus hijos”.

La funcionaria agregó que “Pro Huerta resulta una herramienta sustancial para el empoderamiento económico y de autoestima para las mujeres víctimas de violencia de género, a través de los vínculos con otras personas, la reconstrucción de redes de confianza y apoyo mutuo, y la restitución de capacidades laborales propias”.

Participó en el encuentro Ricardo Nioi, director general de Protección y Promoción de los Derechos Humanos de Salta.